Orgullo femenino. ¿Orgullo de qué? Muñequita vapuleada por la historia. El orgullo por el que clamas y despotricas es una farsa. Mujer, resultado grotesco de siglos de golpes; tu cuerpo se desarma a causa de las heridas, las cicatrices te forman, masa rota y doliente, patéticamente doliente. Tu cuerpo es un campo de batalla, y tú el 8 de marzo sales a la calle a recordarle al mundo tu sensibilidad, que eres decente, mona, inteligente, menos bestia, más tranquila, amorosa, igual de competitiva, igual de competente en el trabajo, que tienes mejor aprendizaje verbal, que puedes hacer dos o más cosas a la vez, que tienes mejor memoria, mayor ambición y perspectivas financieras, que eres más cariñosa y estable. Tu lucha por la igualdad hace que me salga urticaria.
Atragántate, devora con ansia tu orgullo de sumisa.
Tu herida te pudrirá mil veces, una por cada "amor, lucha por mi mañana".
Te incrustaré en la carne el rótulo "ganado" y
tu sonrisa
moribunda
con amor dirá "te quiero".
Amor de madre
Amor de esposa,
de cuerpo, de víctima, chiquilla desgarrada.
Amor de mujer
Amor de mascota,
de perro moviendo alegre la cola.
Me das asco oculta en tu faz maquillada,
orgullosa en tu ciénaga de dietas y películas románticas. Ojalá
revientes con tus cincuenta y ocho kilos de carne humillada.
Te odio,
a ti y a tu sensibilidad femenina con forma de candado.
por mucha ironía que le ponga a la lectura de este texto, no llego. Si esto es todo lo que tienes que decir sobre la humillación que la historia del patriarcado ha hecho de las mujeres, es realmente digno de lástima. A que tipo de mujer le diriges tu mensaje?, crees que con tu desprecio conseguirás ayudarlas a salir de su alienación? Quien esto escribió considero que hizo un hermoso retrato grotesco de si mismo.
ResponderEliminarEspero que no te cabrees demasiado
ResponderEliminarsólo se me ocurre pensar que eres un hijo de puta
ResponderEliminarNo, no soy un, soy una, como tú.
ResponderEliminarentonces querida, una de dos, o estás en el siquiátrico o te hicieron mucho daño
ResponderEliminarOrola, eres la autora de esta grandísima mierda?
ResponderEliminarel comentario de Valle entiendo que va dirigido al autor, no a ti, que por lo que veo tampoco te gusta el poema, porque tampoco has llegado a la ironía. Yo no llego a él tampoco (al poema). Si usa la ironía -eso espero-, no le funciona bien. Me he quedado alucinada con este poema. Si lo ha escrito una mujer, aún lo entiendo menos.
Indignante.
Si, amadas, estoy en el psiquiátrico y me hicieron mucho daño y observo que ánimos hay de seguir haciéndolo en todos lados, incluso en este ámbito que debería estar presidido por un afán incondicional de entendimiento.
ResponderEliminar1º El poemita no aparece asignado a nadie, se deduce que es de la autoría de quien hace la entrada. Si conoces el/la autor/a justo sería que su nombre rubricase el texto, que no hai por donde cogerlo.
2º Yo sólo soy la autora de los comentarios. Pido disculpas si el adjetivo GROTESCO hirió la sensibilidad de alguien.
3º No tuve la precaución de consultar en el perfil de la autoría deste blog si estaba interactuando con un hombre o una mujer(hecho al que tampoco le doy mayor importancia), por el contenido deduje que se trataba de un hombre, pues no me cabe en la cabeza que una mujer pueda aludir en esos términos a otras mujeres.
A todo esto, encantada de conocerte Valle, gracias a ti descubrí SOLARIS y STALKER. Fue un gran regalo.
4º Mantis, evidentemente no soy autora de ninguna mierda que pueda aparecer publicada en un cuaderno que no es mío. ¿O quizás lo que te aparece nauseabunda es mi opinión?
5º Gracias por los insultos a las dos. Las mujeres somos la ostia, mal tratándonos no tenemos rival. Magnífico espectáculo verbal el que ofrecemos al machismo pelado.
6º Estamos todas indignadísimas. Hay un pequeño consuelo: el insulto al otro siempre es una manera de hacer un autorretrato.
7º Espero que mi larga disertación haya restaurado vuestra dignidad y la mía, sin cansaros demasiado.
8º Me encantaría seguir hablando con vosotras tranquilamente. Las mujeres, en general, podemos hacerlo con gran facilidad, porque estamos dotadas para la expresión verbal y para el diálogo.
9º Pero creo que aún tenemos que demostrarlo.
9º
Orola, lo que me parece nauseabundo es el poema. Sólo quería aclarar que Valle también se refería al autor del poema, no a ti. Creo que las tres estamos de acuerdo en que es un poema de muy mal gusto.
ResponderEliminarCreo que no te he insultado en ningún momento. Cuando dije "mierda" me refería al poema.
ResponderEliminartodo esto demuestra de alguna forma que algo que sólo puede venir de un cerebro machista nos ha enredado de tal modo que huele a manipulación y a mierda (nuevamente), no tengamos pudor en llamar a las cosas por su nombre... respecto al diálogo, dejemos que surja libremente, nunca con la intención de demostrar que sabemos HABLAR, ellos tambien están dotados para dialogar y para fregar y para follar ....y para callar cuando nos apetezca. nada más salud para tod@s
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarSoy yo el tremendo hijo de puta que ha cagado esta mierda con nombre pero sin firma. Si a alguien hay que flagelar, culpar y escupir es a mi, queridas hembras de gran orgullo, mancillado.
Quien quiera entender que entienda. Para todo lo demás, prrrrrrrrrrrr (pedorreta).
debes tener la picha echa un lío para pedorrearte por escrito y con tan poco arte, Lío.
ResponderEliminarcierto, soy un falo despótico que se regocija en su mente patriarcal sin respetar la esencia de la mujer, que tanto trajo a este mundo. Los hombres somos poco más que perros, a que sí? Las mujeres, en cambio, como buenas dialogantes (será la sensibilidad femenina, ese maravilloso rasgo casi mágico que une esencialmente a todas las mujeres en una burbuja de bondad, inteligencia, respeto y colores rosas) que son, además de mucho más sensibles que los machos bravos, que sólo guerrean, sois el remedio para el Planeta...
ResponderEliminarLo repito, quien quiera entender, que entienda, no pretendo explicar nada a nadie que no se preocupe por entender. Lo único que me vale la pena recuperar son las últimas palabras de Valle Camacho. Por lo demás, no me interesan hembras orgullosas que se regodean de sus úteros como estandarte.
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