El miedo...

Temblando en plena noche, presa de un terror absurdo, de ese miedo clandestino que ya de sobra conoces, pero que no entiendes...

¿Qué es el miedo? ¿aquella barrera que te impide ser como eres en realidad? ¿aquella sombra que te persigue día y noche? ¿aquella voz interna que te susurra que no lo intentes?

Nos limita, nos fulmina y nos congela; nos revienta los sueños, nos marchita los deseos, nos encuadra el espíritu, nos mata... y, sin embargo, forma parte de nosotrxs, porque somos nosotrxs lxs esclavxs y nosotrxs lxs verdugxs; son nuestras las cadenas que atan nuestras alas, son nuestras propias mentes... somos nosotrxs mismxs.

Somos nosotrxs el miedo en plena noche, somos nosotrxs la sombra en cada esquina, nosotrxs el susurro que oímos en la penumbra, nosotrxs la voz que nos habla desde el armario, la mano que nos ase desde bajo de la cama. Somos nosotrxs esos pasos que oímos estando solxs en casa, somos el que nos vigila yendo por la calle oscura, somos la causa de que prendamos la luz de la mesilla, somos nosotrxs el fantasma que nos sigue y nos aterra... somos cada grito... el terror...

Somos todas las mentiras que escupimos, a lxs demás y a nosotrxs mismxs, somos nosotrxs, sólo nosotrxs...

Somos nuestro enemigo, nuestro monstruo, nuestro infierno; somos nuestro asesino que mutila nuestros sueños; somos nuestra oscuridad, Mr Hyde y Doctor Jekyll, nuestro odio, nuestro miedo; el malo de nuestra historia, somos el gris muerte que nos brota (del corazón), somos la Parca acechadora, el veneno que destilan en cada impulso las neuronas, que oscurece y emponzoña cada uno de nuestros músculos, pensamientos... Somos nosotrxs el hormigón que nos entierra aún en vida en la tumba del conformismo, del estatismo, del miedo a cambiar. Somos nuestro enemigo, el que asesina a nuestro niño, el cual sólo quería volar, somos el Holocausto de anhelos y suspiros, nuestra gran mentira, lo que impide conocernos plenamente (nos mentimos y tapamos esas mentiras con otras, haciendo de la farsa y la patraña nuestros pilares de la vida), somos el secundario de nuestra propia película, el payaso de este circo de mentiras; somos el represor de las sonrisas espontáneas transformándolas en odio hacia el extraño y su alegría; somos la anhedonía, el que impide disfrutar de los placeres de este mundo, de la vida; somos nosotrxs el miedo que nos convierte en presas fáciles para nosotrxs mismxs, somos lo terrorífico que envenena nuestras noches, el chillo espeluznante que nos despierta y que, en realidad, viene de nuestras tripas: somos nosotrxs gritando de agonía porque somos mutiladxs por nosotrxs cada día...

No existe otra salida que empezar a cambiar el mundo, matando al policía que reside en nuestra mente, ya que es él a quien alimentamos con nuestra firma de dudas y de histeria, con nuestro apoyo a este estado de las cosas, alimentamos las cadenas, cavando más el hoyo donde sepultamos los colores, convirtiéndonos en tinieblas sin pasiones, negando nuestra propia naturaleza, convirtiéndonos en hielo, en otra presa más del miedo, limitada por una mente conquistada por las armas de nuestro propio policía... eliminando nuestras alas, encasillando nuestros actos con el molde de la normalidad, matando nuestras ansias de cambiar... y así, somos nosotrxs el que nos quita el voto en ésta nuestra (su) vida; es el miedo a equivocarse, el miedo a arriesgarse, a sentir lo que no pueda planearse, ni controlarse...delegando nuestras riendas en individuos más capaces, prendiendo fuego a la poesía que es la vida, nuestra vida, que se convierte en velatorio, que se transforma en pesadilla, en pantomima, en mentira, en parodia... y todo por el miedo...