lunes, 16 de marzo de 2009

Sangre de brea...



Abres los ojos y lo que ves te da un puñetazo en la cara.
Ahí
estás, tú, y el espejo.
Pueden ser muchas cosas las que ves ahí, pero no, tú no,
eres incapaz de creer que aquel engendro, aquella criatura es tu rostro.
Y de fondo suena un piano, notas suaves, melancólicas,
haciendo la
banda sonora de tu historia, historia triste, gris y pútrida...

¡No! tu cuepo no lo aguanta, simple corazón de mortal, late a un ritmo insostenible,
bombea aceite de motor, negro y amargo, y tu pupilas explotan.
¿En qué te has convertido?
Negro, negra sangre en un corazón negro.
Frío, hielo circulando por venas de cristal.
Una pequeña gota resbala por tu cara, pero no, no le crees, sabes que es mentirosa, embaucadora, te dice que eres aún humano, y tú sabes que no.

¿Qué te han hecho, amor mío?
Te han quemado los ojos, y sólo ves llagas abiertas y sangrantes.
Te han quebrado las alas y ya no puedes volar.
¿Qué se siente, mi vida, saber que eres un monstruo?
¿Qué se siente, amor, saber que no eres tú?
¡Ay! Qué escalofrío más horrible te hace temblar bajo la ducha,
qué sentimiento más atroz el que te cubre:
Te das cuenta de que el mundo te ha hecho de piedra,
geología tenebrosa, fría y con mal olor.

¡Sociedad!
Eres cáustico engendro que asesina sin complejos,
eres muerte, eres miedo, estandarte del dolor.
¡Normalidad! Bajo la bandera del prejuicio encadenas indefensxs,
creas pánico, eres odio, limitas a la vida y al amor.
¡Miedo! El peor de los males y se encuentra dentro nuestro,
roba, quema y destroza sueños, es el virus que nos come y nos lleva al ataúd.

¡Ay! Sentirte muerta, estando aún en vida...
¡mira lo que te han hecho!
¡mira lo que te hacen sentir!
Te convierten en basura, en bandera de su causa:
la Muerte, el Egoísmo y la falta de Amor.
Sentirte una mancha, un agujero, ¿eso quieres?
Sentirte un monstruo y no encontrarte nunca más;
volverte fría, tonta y seca, todo esto
y más horrores te esperan todos a ti sola, si únicamente sabes tragar...

Eres todo lo que algún día odiaste,
representas todo contra lo que juraste luchar.
La máquina te ha hecho un engranaje sin colores,
un tornillo, un esclavo, un ladrillo más.
La locura que te come, la angustia que ahoga y el ardor de la cal que te llena;
el no verte en el espejo, el sentirte sola, fría y hueca;
el miedo, el odio que te colman;
la frustración, el dolor y la dureza de corazón.
Quieres explotar, esfumarte, desarmarte en mil y un pedazos.
Quieres desaparecer...
Te entiendo perfectamente, candor,
a veces, el cuerpo se queda tan pequeño... y sientes algo tan grande...
que sientes poder llenar el mundo
con sólo una porción de todo tu dolor.
Mira lo que te han hecho, pequeña estrella.
Sé cómo duele,
yo también lo siento, amor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario